
No puedo, apenas son las tres y sigo acá tirado,
entre ceniceros derrochados y un pésimo genio.
Es que solamente han pasado ocho horas.
El tiempo es eterno, las hojas han dejado de moverse,
la brisa perdió su razón y todo ha quedado desierto.
Me despierto una y mil veces y no entiendo,
pero vuelvo a encontrarte, a encontrarte.
1 comment:
Prefiero las búsquedas infinitas...Buscar, perdernos para seguir buscándonos, y volver a encontrarnos, tal como si nos viéramos envueltos en un círculo hermenéutico.
Post a Comment